Lo que parecía una historia de fútbol terminó en líos judiciales. Camilo Andrés Charria, exjugador de Santa Fe y Tigres, fue capturado en Sogamoso, Boyacá, en medio de un aparente robo a varios apartamentos. La Fiscalía confirmó que el joven de 26 años fue enviado a prisión tras incumplir una medida de casa por cárcel que ya tenía por otro proceso.
El hecho ocurrió el pasado 29 de julio, cuando Charria fue detenido junto a María Fernanda Bravo. Según la Policía, ambos ingresaron ilegalmente a un edificio y robaron en tres apartamentos. Al intentar huir, estrellaron una patrulla y atropellaron a un vendedor ambulante. El carro en el que iban fue interceptado por el cuadrante.
La Fiscalía presentó a los dos ante un juez, quien decidió enviar a Charria a la cárcel mientras se adelanta el proceso. Bravo, por su parte, quedó con medida no privativa de libertad, pero deberá presentarse mensualmente ante las autoridades.
Camilo Charria fue delantero y extremo derecho. Jugó en Santa Fe y en Tigres durante el Torneo de Ascenso 2020. En 2023 ya había sido noticia por una captura en Miami, donde se le vinculó a una banda que robaba casas en Estados Unidos.
Hoy, su historia da un giro inesperado. De promesa del fútbol a protagonista de una investigación judicial. Un caso que deja claro que el talento sin rumbo puede terminar en cualquier parte, menos donde se soñaba.