En la madrugada del 8 de agosto de 2025, un hecho estremeció a Betulia, en el suroeste antioqueño: tres hombres, aún sin identificar, fueron hallados sin vida en el remoto sector de El Águila. La zona, de difícil acceso, fue el escenario de un hallazgo macabro que activó todas las alertas en el municipio.
Según relató el alcalde Néstor Camilo Serna, la comunidad alertó sobre ráfagas de disparos la noche anterior, que presagiaron la tragedia. Los cuerpos fueron encontrados en condiciones complejas: dos fueron rescatados por bomberos y el tercero apareció poco después, sumando un triple homicidio que alarma a los habitantes.
El trasfondo es inquietante: en Betulia operan al menos tres grupos armados ilegales —el Clan del Golfo, las disidencias de las FARC y la banda 20 de Julio—, que se disputan rentas criminales y zonas estratégicas, especialmente en temporada de cosecha cafetera, cuando aumenta el movimiento en la región rural.
Ante esta escalada de violencia, las autoridades convocaron un consejo de seguridad. El Ejército se comprometió a reforzar su presencia, aumentar los patrullajes y proteger a una comunidad que observa con temor cómo resurgen los episodios violentos que amenazan la vida rural.
