Arrancó la temporada de declaración de renta en Colombia y, como siempre, la pregunta del millón es: ¿me toca declarar o no? Pues si sos persona natural, hay varios ingresos que la DIAN no te obliga a reportar, y conocerlos puede marcar la diferencia entre pagar un billete largo o respirar tranquilo.
La ley contempla rentas exentas que aplican para ciertos aportes, indemnizaciones, beneficios laborales y hasta actividades culturales. Por ejemplo, si hiciste aportes voluntarios a fondos de pensiones o a cuentas AFC, esos no te los cuentan como ingreso gravable. Lo mismo pasa con indemnizaciones por accidentes de trabajo, enfermedades o maternidad, y hasta lo que se recibe por gastos de entierro del trabajador.
También están exentas las pensiones por jubilación, invalidez, vejez y riesgos profesionales, así como el seguro por muerte y las prestaciones sociales de los miembros de la Fuerza Pública. Si sos profe o rector en una universidad pública, tus gastos de representación también están libres de impuestos. Y si trabajás en el Ministerio de Relaciones Exteriores, hay primas especiales que tampoco se declaran.
Una de las más populares es la renta exenta laboral del 25 %, que permite descontar hasta el 25 % de tus ingresos laborales o pensionales al calcular el impuesto, con un tope de $39.342.000. Además, hay beneficios para quienes trabajan en hotelería, ecoturismo, vivienda de interés social, transporte fluvial en zonas amazónicas, y hasta para quienes crean contenido literario en el marco de la economía naranja.
Y si recibís ingresos desde países de la Comunidad Andina o de naciones con convenios de doble tributación con Colombia, también estás exento. Así que antes de entrar en pánico, revisá bien tu situación y aprovechá lo que la ley te permite. Declarar no siempre significa pagar, y saber esto puede hacerte la vida más fácil.
