Por: Isabella Buitrago Ramírez
COMUNICACIÓN SOCIAL UCO, isabella.buitrago3866@uco.net.co
Definitivamente la moda rápida ha sido la cura para la indecisión, la inmediatez reina en el mundo de las compras y más si se trata con descuentos. Es una nueva habilidad descubierta, el don perfecto de entrar a una tienda, escoger la prenda y pagar sin importarnos nada más, sin permitir que la dudas contamine nuestro pensamiento. Día a día empresas como Zara, Shein, Temu y demás, reinan en este mercado mundial, sus objetivos son vender y vender sin importarles nada más y genera dos problemas grandes. El primero relacionado al medio ambiente, como ya sabemos la creación a gran escala de prendas solo genera una contaminación mayor en el ambiente y el segundo se relaciona con las personas, el sentimiento que genera, especialmente en las mujeres, comprar las cosas que gustan y de las que se están antojadas, que es muy superior a otros.
Considero que esto se refleja en todos los ámbitos, pero especialmente siento que en la moda y en el mundo del maquillaje más que todo. Como consumidora activa de vídeos de maquillaje del internet debo reconocer que cuando las creadoras de contenido hacen un “unboxing” de los regalos que les han hecho las diferentes marcas uno piensa: lo quiero todo, lo necesito, cuando en verdad no es así. El consumismo se ve muy reflejado ahí. No es necesario que como mujer tengas 20 rubores y 30 brillos labiales, nunca te los acabaras y solo se quedará guardado acumulando polvo. Lo mismo con la ropa, no necesitas estrenar todos los días ropa para mostrar prestigio, considero que esto también nos lo ha venido arraigando las películas americanas de los años 2000, en la que estaba la típica chica rubia popular y rica que todos los días tenía una pinta nueva y su pasatiempo era ir de compras, en la que, si éramos niñas o adolescentes viendo eso, queríamos ser ellas y tener esa vida.
Realmente las compras rápidas nos han liberado de preguntarnos ¿realmente lo necesito?, de elegir con cuidado y solo comprar lo necesario, solo se piensa, eso es lindo y lo quiero cuando a veces ni se llega a utilizar. Las redes sociales y la influencia de estas crean esas necesidades en las personas, a tener un mayor consumismo de las cosas sin ser conscientes de eso. Nuestro cerebro libera dopamina al sentir esa felicidad de hacer una compra, pero en la mayoría de los casos se hace porque es lo que está de moda, porque se le vio a una persona famosa y nos crea status o porque a fuerzas queremos que algo nos quede bien y al final no termina siendo así.
Según un reportaje de la revista BBC la empresa Shein, en años anteriores al 2023, sometía a sus trabajadores de la fábrica Guangzhou, China a largas jornadas laborales, en las que trabajaban hasta 75 horas semanales, no contaban con un descanso por semana, sino que solo tenían derecho a uno por mes y además recibían un salario muy desproporcional al tiempo que trabajan. Y esta no es ni ha sido la única empresa, a las personas les encanta entrar a está página y ver todas las cosas que hay y comprar muy seguidamente, sin enterarse lo que hay detrás de esta. Considero que lo único bueno que nos ha podido brindar los flash sale ha sido que lequita la indecisión a las personas porque de resto solo trae beneficios para las empresas.
Tampoco voy a negar que es positivo cuando las empresas hacen esto de vez en cuando y lo hacen con un objetivo claro, y es de liquidar inventario que casi no se venda o atraer a más personas a que conozcan la marca. Pero cuando las empresas lo hacen con solo fines financieros, en la que esa es siempre su modo de venta, sin pensar en la consumición y en el medio ambiente, es cuando se crea un conflicto.
Mi consejo es que dejemos ser impulsivos, las marcas nos crean esa necesidad y nos hacen pensar en que ya no volveremos a ver esa oferta, juegan psicológicamente con nosotros para así ellos poder tener ganancias rápidas. Antes de comprar algo, pensemos, en serio lo necesito o solamente lo quiero. Cada vez que te respondas esa pregunta de manera asertiva serás otra persona más que le dirá no al consumismo.