El 7 de septiembre de 2025 se desató una gran polémica en redes sociales luego de que circulara un video íntimo que tendría como protagonistas a la influencer venezolana Isabella Ladera y al cantante colombiano Beéle. El material, que dura aproximadamente seis minutos y cuarenta segundos, muestra a la pareja en un ambiente de intimidad sobre una cama de sábanas blancas. Aunque ninguno de los dos ha dado declaraciones oficiales, la existencia del video ha sido confirmada y su origen aún se desconoce.
Beéle, cuyo nombre real es Brandon de Jesús López Orozco, es un artista urbano reconocido internacionalmente desde 2019, cuando saltó a la fama con su éxito “Loco”. Ha llevado su música a escenarios de distintos continentes y se ha posicionado como una de las voces jóvenes más destacadas del género. Por su parte, Isabella Ladera, nacida como Andrea Isabella Ladera Ceresa, es una reconocida influencer venezolana que combina en sus redes sociales temas de moda, maternidad y empoderamiento femenino. También ha participado en videoclips de artistas como Jay Wheeler, Christian Nodal y Anuel AA, lo que la ha consolidado como una figura visible en la industria del entretenimiento.
La relación entre ambos no ha estado exenta de controversias, pues en repetidas ocasiones han circulado rumores de celos, rupturas y reconciliaciones. Sin embargo, la filtración de este video representa un nuevo capítulo que no solo afecta su vida privada, sino que además abre la puerta a un debate legal y social. En Ecuador, el Código Orgánico Integral Penal establece sanciones de uno a tres años de prisión para quienes difundan contenido íntimo sin consentimiento, e incluso contempla la violencia digital como agravante, lo que endurece las penas en casos de viralización a través de plataformas digitales.
Expertos en derecho y sexualidad han advertido sobre los riesgos de grabar y almacenar contenido íntimo, especialmente en el caso de figuras públicas. La sexóloga Verónica Sempertegui ha recomendado mantener medidas de seguridad como el uso de dispositivos personales, contraseñas fuertes y limitar la grabación a entornos de confianza. No obstante, recuerda que el riesgo de filtración, hackeo o exposición indebida siempre existe.
Por ahora, la pareja no se ha pronunciado y se desconoce si emprenderán acciones legales. Mientras tanto, el video continúa circulando en distintas plataformas y el caso se ha convertido en tendencia, generando opiniones divididas entre quienes defienden su derecho a la intimidad y quienes critican la exposición de su vida privada.